miércoles, 17 de agosto de 2011

CASCOS DE CABALLO EN LA BRUMA DE LA NOCHE (POEMA)

Alejo Urdaneta

CASCOS DE CABALLO

EN LA BRUMA DE LA NOCHE

&

En mi más callada hora,

cuando fulge la gema en pensamientos,

me agobia el peso de la columnas

en la platea vacía.

Cayeron las cortinas,

los candiles apagaron su frágil lumbre

y quedó el polvo suspendido

de un cordel que fue dorado.

El tiempo es otro:

Llueve en la calle

y resalta la sombra en otras sombras.

Viene el sueño

con su carga de fantasmas,

y es la callada hora

del conticinio del alma.

Aún queda un resto de vigilia:

Pasos lentos que se borran,

nostalgias quebradas por el viento.

Un gato,

el mendigo en el recodo

del callejón hambriento.

Convoca el campanario

las alas del murciélago

y la cortada risa de la burla.

Suenan cascos de caballo en la penumbra,

al caer del árbol la nuez y el fruto seco

sobre gastadas piedras:

círculo de truenos.

En el negro corcel iré por la ribera,

río abajo, entre brozas,

en silencio.